INFORMATIVO 27 Y

domingo, 11 de marzo de 2012

Kony 2012: Movimiento juvenil promueve la presencia militar estadounidense en África central



Edward Bernays creía que no se podía depositar confianza en la sociedad para que ésta tomara decisiones racionales e informadas por sí misma, y que guiar la opinión pública era esencial dentro de una sociedad democrática. Bernays fundó el Consejo de Relaciones Públicas y su libro de 1928, Propaganda, cita la metodología usada en la aplicación de comunicación emocional efectiva. El psicólogo descubrió que tal comunicación es capaz de manipular el inconsciente, en un esfuerzo por producir un efecto deseado – principalmente, la capacidad de fabricar adherencia social masiva a productos, candidatos políticos o movimientos sociales. Casi un siglo después de su gestación, la metodología de Bernays está presente en casi toda forma de persuasión cívica y consumista. La plataforma de los medios sociales está siendo usada de maneras que no tienen precedentes. Una de ellas es el nuevo documental online sobre el Lord’s Resistance Army (LRA), un grupo rebelde extremista que está operando en África Central.
Documental KONY 2012 (subtitulado al español)
El documental KONY 2012 no tiene precedentes, no por sus atributos educacionales, sino por su capacidad de usar marketing visual y comunicación emocional altamente potente para influenciar a la audiencia y llevarla a respaldar operaciones militares estadounidenses en África Central, zona rica en recursos, bajo el pretexto de capturar al comandante del LRA, Joseph Kony. El Lord’s Resistance Army fue originalmente formado en 1987 al noroeste de Uganda por miembros del grupo étnico acholi, quienes fueron históricamente explotados a la fuerza como trabajadores por los colonialistas británicos, y más tarde relegados por los grupos étnicos dominantes de la nación después de la independencia. Junto al Movimiento Holy Spirit (Espíritu Santo), el LRA representa el brazo armado de una facción de resistencia, que pretende derrocar al gobierno del actual presidente de Uganda, y aliado militar de Estados Unidos, Yoweri Museveni.
El LRA fue originalmente formado para combatir la marginalización ética, pero pronto fue dominado por Joseph Kony, un autoproclamado mensajero espiritual del Espíritu Santo cristiano. Kony utilizó su persona mesiánica para liderar un movimiento espiritual sincrético, basado en las creencias tribales de los acholi y dogmas extremistas cristianos. Se afirma que el LRA busca establecer un estado teocrático basado en los Diez Mandamientos, sin embargo, su mitología ideológica interna es desconocida. En una iniciativa por movilizar una resistencia armada a gran escala, el LRA reclutó a niños soldados y los forzó a cometer actos atroces como el canibalismo y la mutilación de otros que se resistían a unirse al grupo rebelde durante su extensiva campaña de 25 años.
El documental KONY 2012 está dirigido por Jason Russel y dura cerca de 30 minutos. El video recibió más de veinte millones de visitas en Youtube y Vimeo y se dice que su grupo de apoyo nacional en Facebook gana 4 mil miembros por hora. La pieza altamente producida es narrada desde la perspectiva de Russell en su intento por explicar el Lord’s Resistance Army a su hijo Gavin. El video muestra imágenes del viaje de Russell a Uganda (antes de 2006, cuando el LRA aún estaba operando en la región), y presenta a la audiencia a Jacob, un niño ugandés que fue formalmente reclutado por el LRA como soldado. Russell presenta varias tomas de grupos de diversidad étnica de estudiantes levantando sus puños al aire, camisas deportivas de KONY y escenas de celebraciones masivas en respuesta a la firma del presidente Obama del Acta S.1067 sobre el Desarme del Lord’s Resistence Army y la Recuperación de Uganda del Norte, hecha ley en 2009.
El proyecto de ley en cuestión fue aprobado por el Congreso y permite a Estados Unidos desplegar fuerzas militares en Uganda, la República Democrática del Congo, la República Central de África y Sudán del Sur (bajo el consentimiento de esas naciones) para perseguir a los rebeldes del LRA. El film después aboga por el requerimiento de apoyo público a operaciones militares de Estados Unidos en la región, a través de activismo callejero, motivando a los espectadores a comprar Paquetes de Acción ($30.00) y pósters ($10.00) que muestran imágenes de Joseph Kony. Russell luego se dirige a celebridades específicas y políticos estadounidenses y los presiona para respaldar una campaña contra Kony. Quizás lo más absurdo, es que Russell sugiere que sin un apoyo público masivo del pueblo estadounidense, Estados Unidos podría retirar su presencia militar de la región.
Esta es la primera campaña a gran escala para movilizar a mediadores sociales y hacer que apoyen públicamente lo que de otra forma sería una controversial política exterior intervencionista de Estados Unidos. La producción utiliza disparadores altamente cargados de emocionalidad, que finalmente emplean el sentido de ignorancia sobre el sujeto para producir un efecto deseado – explícitamente, la mitificación de villano de Kony y la aceptación mediática de la presencia de Estados Unidos en África, a través de las bases militares de AFRICOM ya propuestas en la región.
El documental se dirige a un grupo etario entre los 13 y 21 años, y usa un nivel de vocabulario académico apropiado para una audiencia de adultos jóvenes con un lapso de atención limitada; el narrador en cierto punto incluso insiste en que el espectador preste atención. El espectador es motivado a formar una conexión emocional con Russell, mientras presenciamos imágenes sin relación del nacimiento de su hijo. El espectador luego es asociado con el rol de Russell como formador de su joven hijo, antes de cambiar a escenas de Russell charlando con el niño soldado ugandés, Jacob. Russell es mostrado proféticamente solicitando el freno del LRA al traumatizado niño, mientras éste solloza. La exhibición íntima de emoción en estas escenas sirven para incitar aún más la respuesta reaccionaria de la audiencia, hacia la conclusión pre-ordenada que se sugiere en el relato – la movilización masiva de apoyo al ejército estadounidense para que detenga el trauma de Jacob. Bernays estaría fuera de sí.
KONY 2012 está producida como ninguna otra elegante campaña de marketing – en vez de estimular elementos de autosatisfacción, como lo harían publicitarios para promover un producto, la intervención militar estadounidense es justificada para terminar con una atroz catástrofe humanitaria. El film también utiliza el tema subyacente de la “carga de los hombres blancos”, una noción de que las personas de herencia europea son culpables por la inclinación que sus ancestros tenían hacia la esclavitud y el colonialismo, requiriendo una respuesta activista para corregir finalmente la situación, “salvando a África”. Durante la guerra civil nigeriana de 1967, los medios occidentales usaron exitosamente, por primera vez, imágenes de niños muertos por inanición para fortalecer el apoyo de una asistencia militar a la República de Biafra, antes de que fuerzas rebeldes fueran derrotadas. El film intenta supuestamente “cambiar de nuestra cultura lo que conversamos”, no obstante, se muestra como una pieza de propaganda pro-intervencionismo militar, altamente sofisticada, que utiliza mensajes subliminales muy peligrosos.
Además, el film fue producido por una organización llamada Invisible Children Inc., la cual ha sido criticada por el Better Business Bureau por rehusarse a proveer información necesaria en las evaluaciones estándar del Bureau. Invisible Children Inc. no ha deseado revelar su lista de patrocinadores (más allá de las donaciones de estudiantes de secundaria estadounidenses) y también ha obtenido una baja calificación de rendición de cuentas de Charity Navegator, porque no permiten que sus asuntos financieros sean auditados de forma independiente. En una declaración financiera de 2011, la organización desclasificó que sólo el 31% de todos los fondos que reciben son usados con fines caritativos, siendo la mayoría de ellos alocados hacia gastos de viajes y salarios de sus empleados. Invisible Children también ha sido acusado de fraude y manipulación de votos en un reciente evento de caridad patrocinado por el Chase Bank (de Morgan y Rockefeller – N. del editor) y Facebook. El co-fundador y presidente del grupo, Laren Poole, dio en 2009 un discurso a la Corte Criminal Internacional junto a Aryeh Neier, presidenta del Open Society Institute de George Soros, organización pro-guerra.
Invisible Children se ha asociado con otras dos organizaciones, Resolve y Digitaria, para crear el LRA Crisis Tracker, una plataforma de mapeo digital de crisis que “transmite” ataques presuntamente cometidos por el LRA. En su lista de patrocinadores corporativos, Resolve enlista a Human Rights Watch y el International Rescue Committee. El sitio web de Digitaria cuenta con clientes comerciales como CBS, FOX, MTV, ESPN, Adidas, NFL, Qualcomm, NBC, National Geographic, Hasbro y Warner Brothers. Mientras KONY 2012 intenta mostrarse a sí mismo como un movimiento activista indigenista para llevar justicia a niños africanos, su organización amiga está afiliada con el nivel más alto de los medios corporativos de Estados Unidos y una red de grupos pro-guerra, financiados por fundaciones, con una larga historia de fomentar cambios de régimen pro-estadounidenses bajo la consigna de la institucionalidad democrática.
Según el propio LRA Crisis Tracker de Invisible Children, ningún caso de actividad del LRA ha sido reportado en Uganda desde 2006. El sitio web registra 98 muertes el año pasado, con su vasta mayoría habiendo ocurrido en la región noreste de Bangadi, de la República Democrática del Congo, un territorio que comparte tres fronteras con la república de África Central y Sudán del Sur. Desde diciembre de 2009, la región oriental de Djemah de la República Centroafricana ha visto actividad ocasional del LRA; mientras que la región occidental de Tambura de Sudán del Sur ha experimentado incluso menos. El LRA ha estado en operaciones por más de dos décadas y actualmente se encuentra en un estado extremadamente debilitado, con aproximadamente 400 soldados en sus filas. Debido a la enorme inestabilidad de la República Democrática del Congo después de décadas de insurgencias rebeldes e incursiones militares ruandeses/ugandesas a la nación, es altamente improbable que casos de violencia en la región puedan ser investigados lo suficiente como para asegurar la participación del LRA en los hechos registrados.
La ubicación de Joseph Kony es completamente desconocida. El líder fue visto por última vez cruzando la frontera entre Sudán y la República Centroafricana en 2010, según reportes no verificados. El ejército estadounidense tiene actualmente cerca de cien oficiales militares entrenando y supervisando al ejército ugandés en operaciones anti-LRA. Debido a la completa ausencia de la actividad del LRA en Uganda, se vuelve factible que Estados Unidos pueda estar planeando más operaciones en la República Democrática del Congo, rica en recursos. Más de seis millones de habitantes del Congo han sido asesinados en guerra desde 1996, ampliamente con la complicidad de Estados Unidos. Los regímenes de Paul Kagame en Ruanda y Yoweri Museveni en Uganda han recibido millones de dólares en asistencia militar de Estados Unidos. Desde el aborrecible fracaso de la intervención estadounidense de 1993 en Somalia, Estados Unidos ha usado los ejércitos de Ruanda, Uganda y Etiopía para llevar adelante sus intereses de forma indirecta.
Estados Unidos otorgó un cheque en blanco a Paul Kagame de Ruanda para conducir operaciones militares dentro de la República Democrática del Congo en el actual conflicto étnico de esa región, luego del genocidio ruandés de 1994. Para la participación ugandés en la lucha contra al-Shabaab de Somalia, Museveni recibe $45 millones de dólares en asistencia militar. Estados Unidos ha contribuido con enormes sumas de dinero para estas naciones y ahora está comenzando a consolidar su presencia en la región bajo Barack Obama y AFRICOM, el Comando Africano de Estados Unidos. El LRA ha contribuido a menos de cien muertes no verificadas en los últimos doce meses. Considerando que Estados Unidos completamente ignoró los acontecimientos del Congo y Ruanda, que colectivamente resultaron en cera de siete millones de muertes, su participación contra el Lord’s Resistance Army es completamente absurda en comparación.
A través de AFRICOM, Estados Unidos está buscando un punto de apoyo en la increíblemente rica área central del bloque africano, en una maniobra más grande para aumentar su hegemonía sobre China. La República Democrática del Congo es una de las regiones más grandes del mundo sin un gobierno de función eficiente. Contiene vastos depósitos de diamantes, cobalto, cobre, uranio, magnesio y estaño, mientras produce más de mil millones de dólares en oro cada año. Es completamente factible que Estados Unidos pueda incrementar considerablemente su presencia en el Congo bajo el pretexto de capturar a Joseph Kony. Estados Unidos podría movilizar fuerzas en terreno, además de aviones no tripulados y ataques de misiles teledirigidos, matando inevitablemente a civiles. En una conferencia de prensa en el Comité de Servicio Armados de la Cámara el 13 de marzo de 2009, el comandante de AFRICOM, el general William Ward, afirmó que el comando acelerará su presencia regional “operando bajo el objetivo principal de combatir el terrorismo”.
Durante una conferencia de AFRICOM realizada en Fort McNair el 18 de febrero de 2008, el vicealmirante Robert T. Moeller describió abiertamente el principio guía de AFRICOM como “el tránsito libre de recursos naturales de África al mercado global”, antes de citar la creciente presencia de China en la región como un desafío para los intereses estadounidenses. Los crímenes del Lord’s Resistance Army han sido documentados en el pasado y verdaderamente son acciones despreciables. Actualmente, las operaciones del LRA han sido casi disueltas y su presencia en la República Democrática del Congo es difícil de verificar. Mientras los cineastas pro-guerra detrás de KONY 2012 piden estúpidamente que el ejército estadounidense ponga un pie en el conflicto, una misión independiente podría ser más efectiva para evaluar la seriedad de la amenaza del LRA en la actualidad.

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