16 de marzo de 2012 — Cuando Obama se reunió a solas con Netanyahu en la Casa Blanca, el 5 de marzo, en vez de advertirle que no atacara a Irán, como creen los tontos, realmente Obama le dijo “Adelante, atácalos! Yo me voy a oponer a ello en público, pero en privado lo facilitaré y respaldaré”. La evidencia crucial se muestra en el artículo editorial del periódico israelí Ha’aretz del 15 de marzo, firmado por su director, Aluf Benn, uno de los periodistas más destacados de Israel.
“Netanyahu está insinuando”, escribe Benn, “que en su visita a Washington, recibió la aprobación tácita de parte de Obama, para que Israel ataque a Irán, aparentando oponerse a ello. Obama hablará en contra de ello, pero actuará a favor de ello, del mismo modo en que los gobiernos estadounidenses anteriores se oponían a los asentamientos en los territorios pero permiten su crecimiento”.
“En 1967, la posición oficial de Estados Unidos le hizo un llamado a Israel para que se contuviera y se abstuviera de comenzar una guerra, pero por los canales secretos se transmitía un mensaje diferente: Adelante, ‘bombardeen a Nasser’, informaron los enviados de Levi Eshkol [Primer Ministro de Israel] a Washington, Meir Amit y Avraham Harman. Este mensaje movió la balanza a favor de ir a la guerra”.
“Cuando sucedieron estos incidentes, formalmente Israel actuó en contra de la oposición de Estados Unidos, pero se aseguró de que los estadounidenses aceptaran los resultados de su acción y en respaldarlos después del hecho. Y de hecho, Estados Unidos reconoció a Israel en 1948, le permitió controlar los territorios anexados en 1967, y en 1981 apenas si hubo débiles condenas a los ataques contra el reactor nuclear de Irak”.
“Y Netanyahu resumió la visita de este modo: ‘Yo presenté ante mis anfitriones, los ejemplos que aquí te he señalado, y creo que el primer objetivo de mi presentación, o sea, consolidar el reconocimiento al derecho de Israel de defenderse, creo que se ha logrado ese objetivo”.
Benn titula su editorial, “Netanyahu prepara a la opinión pública israelí para una guerra con Irán”, y señala que “Netanyahu intenta convencer al público israelí de que la amenaza iraní es una amenaza existencial y tangible, y que solo hay un modo efectivo de detenerlo y evitar un ‘segundo holocausto’, un ataque militar israelí a la infraestructura nuclear de Irán, que está enterrada muy profundo bajo tierra”.
Sobre esto Lyndon LaRouche comentó: “El segundo holocausto será el lanzamiento, que hará Obama, de armas nucleares contra el mundo. Está todo claro; está tan claro como el infierno. Y Obama, el Presidente de Estados Unidos, es un mentiroso”.
LaRouche añadió que el guión de guerra de Netanyahu debe verse en el contexto de la recién concluida visita a Washington que hizo el primer ministro británico, David Cameron, para reunirse con Obama. Es Londres quien le da sus órdenes a Obama. Obama, quien es simplemente un títere del imperio británico, tiene asignado desatar una guerra termonuclear contra Rusia y China, para responder a las exigencias de la familia real británica, de reducir rápidamente la población mundial de los 7 mil millones de personas que somos, a menos de 1 mil millones.
Para ellos, el próximo ataque de Israel a Irán sería solo el medio para involucrar a Estados Unidos en unaTercera Guerra Mundial termonuclear en contra de Rusia y China, como indica la amenaza que le hizo Hillary Clinton, el 12 de marzo, al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia. Hablando a nombre de Obama, la señora Clinton le advirtió a Rusia que Estados Unidos atacaría a Irán, a menos de que este se sometiera a sus exigencias en el transcurso del mes de abril.
Benn termina su artículo con las siguientes palabras: “Para usar la alegoría del pato de Netanyahu, lo que parece como preparativos para una guerra, actúa como si estuviera preparándose para una guerra, y suena como si fueran preparativos de guerra, son preparativos de guerra, y no solo una ‘amenaza’ o una táctica de distracción. Solo hasta que Netanyahu fue para Washington, el y quienes lo respaldan en los medios de comunicación, se abstenían de ser tan explícitos a la hora de hablar, y más bien hacían insinuaciones. Pero desde que regresó, Netanyahu ha emitido un llamado a filas de emergencia para él y para el público israelí”.
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