Capítulo 72
1 El Libro del Movimiento de la Luminarias Celestiales, las
relaciones entre ellas, de acuerdo con su clase, su dominio y su estación, cada
una según su nombre y el sitio de su salida y según sus meses, las cuales
Uriel, el santo ángel que estaba conmigo y que es su guía, me mostró y me
reveló todas sus leyes exactamente como son y como se observan todos los años
del mundo, hasta la eternidad, hasta que se complete la nueva creación que
durará hasta la eternidad.
2 Esta es la primera ley de las luminarias, la luminaria del
sol, que tiene su nacimiento en las puertas orientales del cielo y su puesta en
las puertas occidentales del cielo.
3 Vi seis puertas donde el sol nace y seis puertas donde el
sol se oculta, y la luna nace y se oculta por esas puertas, así como los
líderes de las estrellas y quienes los guían a ellos. Son seis puertas al
oriente y seis al occidente, una tras la otra en riguroso orden y además muchas
ventanas a la derecha y a la izquierda de esas puertas.
4 Primero allí aparecía la gran luminaria cuyo nombre es el
sol y cuya circunferencia es como la circunferencia del cielo y está totalmente
lleno de un fuego que alumbra y abrasa.
5 El viento lleva el carro en el que él asciende y el sol se
oculta y retorna a través del norte para regresar al oriente y es conducido
para que entre por esa puerta y brille en la faz del cielo.
6 En esta forma nace en el primer mes por la gran puerta que
es la cuarta.
7 En esta cuarta puerta por la cual el sol nace el primer
mes hay doce ventanas abiertas de las cuales procede una llama cuando están
abiertas en su estación.
8 Cuando el sol nace viene desde esa cuarta puerta por
treinta mañanas seguidas y se pone exactamente por la cuarta puerta en el
occidente del cielo.
9 Durante este período cada día llega a ser más largo que el
anterior y cada noche llega a ser más corta que la anterior:
10 En ese momento el día se ha alargado en una novena parte
a costa de la noche: el día equivale a diez partes y la noche exactamente a
ocho partes.
11 El sol nace por esa cuarta puerta y se pone por la cuarta
y vuelve a la quinta puerta oriental a las treinta mañanas y nace por la quinta
puerta y se pone por la quinta puerta.
12 Entonces el día se ha alargado en dos partes y es de once
partes y la noche es más corta y es de siete partes.
13 Y retorna al oriente y entra en la sexta puerta y nace; y
se oculta por la sexta puerta durante treinta y una mañanas, por cuenta de su
signo.
14 En ese momento el día es más largo que la noche, el día
llega a ser el doble de la noche y equivale a doce partes y la noche es
acortada y equivale a seis partes.
15 Entonces el sol se eleva para acortar el día y alargar la
noche y el sol regresa al oriente para entrar por la sexta puerta y nace por ella, y se pone,
durante treinta mañanas.
16 Y cuando las treinta mañanas han pasado el sol ha
disminuido en una parte exactamente y equivale a once partes y la noche a
siete.
17 El sol sale del occidente por esa sexta puerta y va al oriente y nace por la quinta puerta
durante treinta mañanas y se pone en el occidente, de nuevo por la quinta
puerta.
18 En ese momento el día disminuye en otra parte y equivale
a diez partes y la noche a ocho.
19 El sol va desde esa quinta puerta y se oculta por la
quinta puerta del occidente y nace por la cuarta puerta durante treinta y un
mañanas a causa de su signo y se oculta por el occidente.
20 En ese momento el día es igual a la noche, llegan a ser equivalentes: la noche tiene nueve partes y el
día nueve partes.
21 El sol que nace por esa puerta y se oculta por el
occidente, nace por la tercera puerta por treinta mañanas y se pone al
occidente por la tercera puerta.
22 En ese momento la noche es más larga que el día y que las
noches anteriores y cada día es más corto que el día anterior hasta la trigésima
mañana; la noche equivale exactamente a diez partes y el día ocho.
23 El sol que nace por aquella tercera puerta y se pone por
la tercera puerta en el occidente, regresa para salir por el oriente y nace por
la segunda puerta durante treinta mañanas y así mismo se pone por la segunda
puerta al occidente del cielo.
24 En ese momento la noche equivale a once partes y el día a
siete.
25 El sol que sale durante ese período por esa segunda
puerta y se pone al occidente por la segunda puerta, vuelve al oriente por la
primera puerta durante treinta y una mañanas y se oculta por la primera puerta
al occidente del cielo.
26 En ese momento la noche se ha alargado hasta llegar a ser
dos veces el día: la noche equivale exactamente a doce partes y el día a seis.
27 El sol que ha recorrido las secciones de sus órbitas,
vuelve de nuevo sobre ellas y entra por cada una de sus puertas durante treinta
mañanas y se pone al occidente por la opuesta.
28 Entonces la noche disminuye una parte su duración y la
noche equivale a once partes y el día a siete.
29 El sol ha regresado y ha entrado por la segunda puerta
del oriente y retorna por las secciones de su órbita durante treinta mañanas
naciendo y ocultándose.
30 En ese momento la duración de la noche disminuye y
equivale a diez partes y el día a ocho.
31 Entonces el sol nace por la segunda puerta y se pone por
el occidente y vuelve al oriente y nace por la tercera puerta durante treinta y
una mañana y se pone al occidente del cielo.
32 En ese momento la noche se ha acortado y equivale a nueve
partes y el día equivale a nueve partes, la noche es igual al día y el año
tiene exactamente trescientos sesenta y cuatro días.
33 La duración del día y de la noche y el acortamiento del
día o de la noche, son señaladas por el recorrido del sol.
34 Así en ese recorrido el día se alarga y la noche se
acorta.
35 Ésta es la ley del recorrido del sol y su retorno, según
la cual el vuelve y nace sesenta veces, así la gran luminaria que se llama sol,
por los siglos de los siglos.
36 La que se levanta es la gran luminaria, nombrada según su
propia apariencia, como lo ha ordenado el Señor.
37 Así como nace se oculta, sin decrecer ni descansar, sino
recorriendo día y noche; y su luz brilla siete veces más que la de la luna,
aunque al observarlos a ambos tengan igual tamaño.
Capítulo 73
1 Después de esta ley, vi otra ley, que trata sobre la
pequeña luminaria, cuyo nombre es luna.
2 Su circunferencia es como la circunferencia del cielo y el
carro en el cual monta y la luz le es dada con mesura;
3 y cada mes su nacimiento y su puesta se modifican; sus
días son como los días del sol y cuando su luz es plena, es la séptima parte de
la luz del sol.
4 Así nace: en su primera fase nace del lado del oriente el
trigésimo día y en la época en que ella aparece es para vosotros el principio
del mes sobre el trigésimo día, simultáneamente cuando el sol está en la puerta
por la cual nace.
5 Es visible en la mitad de la séptima parte; toda su
circunferencia está vacía sin luz, con excepción de medio séptimo, la
catorceava parte de su luz.
6 Y cuando recibe medio séptimo de su luz, su luz se
incrementa la mitad de la séptima parte de ella.
7 Se pone con el sol y cuando el sol nace la luna nace con
él y recibe la mitad de una séptima parte de luz y en esa noche, en el comienzo
de su mañana, la luna se oculta con el sol y es invisible esa noche en su
catorceavo o en el medio séptimo.
8 Ella nace en ese momento exactamente con una séptima arte
y sale y se inclina hacia el nacimiento del sol y en el resto de sus días llega
a brillar en las otras trece partes.
Capítulo 74
1 He visto otra ruta, una ley para ella, cómo por medio de
esta ley se cumple el movimiento de sus meses.
2 Todo esto me lo mostró Uriel, el ángel santo líder de
todos ellos, anotó su posición tal y como él me la ha revelado y anotó sus
meses tal y como son y el aspecto de su luz hasta que se cumplan quince días.
3 En cada séptima parte ella cumple su luz al oriente y en
cada séptima parte ella cumple su oscuridad al occidente.
4 En ciertos meses ella altera sus puestas y en ciertos
meses ella sigue su propio curso.
5 Son dos los meses en que la luna se oculta con el sol, por
las dos puertas que está en la mitad, la tercera y la cuarta.
6 Ella sale por siete días, vira y retorna por la puerta por
donde sale el sol.
7 Cuando el sol sale por la séptima puerta, ella sale por
siete días, hasta que nace por la quinta y vira y regresa de nuevo durante
siete días por la cuarta puerta, completa toda su luz, se aleja y entra por la
primera puerta durante ocho días.
8 Ella retorna durante siete días por la cuarta puerta por
la que sale el sol.
9 Así he visto su posición, cómo la luna sale y el sol se
pone durante esos días.
10 Si añadimos cinco años el sol tiene un excedente de
treinta días y todos los días que suma uno de estos cinco años al completarse,
son trescientos sesenta y cuatro días.
11 El excedente del sol y las estrellas llega a seis días,
en cinco años de a seis días por año son treinta días y a la luna le faltan
treinta días con respecto al sol y las estrellas.
12 El sol y las estrellas llevan completo el año
exactamente, tanto que ellos no adelantan ni retroceden su posición ni un sólo
día por toda la eternidad y completan los años con perfecta justicia cada
trescientos sesenta y cuatro días.
13 En tres años hay mil noventa y dos días, en cinco años,
mil ochocientos veinte días y en ocho años dos mil novecientos doce días.
14 Pero para la luna sola sus días en tres años llegan a mil
sesenta y dos y a los cinco años le faltan cincuenta días,
15 Ella tiene en cinco años mil setecientos setenta días y
así hay para la luna durante ocho años, dos mil ochocientos treinta y dos días.
16 A los ocho años le faltan ochenta días.
17 El año se cumple regularmente según las estaciones del
mundo y la posición del sol, que sale por las puertas por las cuales nace y se
oculta durante treinta días.
Capítulo 75
1 Los jefes de las cabezas de mil que están encargados de
toda la creación y de todas las estrellas tienen qué hacer con los cuatro días
intercalados, siendo inseparables de su obra de acuerdo con el cálculo del año,
tienen que prestar servicio durante cuatro días que no son contabilizados.
2 Por esta causa los hombres se equivocan pues estas
luminarias prestan servicio exactamente a las estaciones del mundo, una por la
primera puerta, otra por la tercera, otra por la cuarta y otra por la sexta
puerta y la armonía del mundo se cumple
en trescientos sesenta y cuatro estaciones.
3 Porque los signos, los tiempos, los años y los días me los
mostró Uriel, el Vigilante a quien el Señor de gloria ha encargado de todas las
luminarias del cielo y en el mundo, para que reinen sobre la faz del cielo,
sean vistas desde la tierra y sean las
guías del día y de la noche, así el sol la luna, las estrellas y todas las
criaturas auxiliares que recorren sus órbitas en los carros del cielo.
4 De la misma forma Uriel me mostró doce puertas abiertas en
el recorrido de los carros del sol en los cielos; por ellas salen los rayos del
sol y se expande el calor sobre la tierra cuando están abiertas en las
estaciones que le son asignadas.
5 [Ellas sirven también para los viento y el espíritu del
rocío cuando están abiertas en los límites de los cielos.]
6 Son doce las puertas del cielo en los confines de la tierra,
de las cuales salen el sol, la luna, las estrellas y toda creación en el cielo
al oriente y al occidente;
7 y hay numerosas ventanas abiertas a su derecha y a su
izquierda y cada ventana esparce calor en su estación; ellas corresponde a esas
puertas por las que salen las estrellas y se ocultan de acuerdo con su número,
según lo ha mandado Él.
8 He visto en los cielos carros que recorren el mundo por
encima de esas puertas y en ellos ruedan las estrellas que no se ocultan.
9 Hay uno más grande que todos, que le da la vuelta al mundo
entero.
Capítulo 76
1 En los límites de la tierra he visto doce puertas abiertas
para todas las regiones; por ellas salen los vientos y desde ellas soplan sobre la tierra.
2 Tres de ellas están abiertas sobre la faz del cielo, tres
al occidente, tres a la derecha del cielo y tres a la izquierda.
3 Las tres primeras son las que están al oriente, las tres
siguientes al sur, las tres siguientes al norte y las tres siguientes al
occidente.
4 Por cuatro de ellas salen los vientos que son para la
curación de la tierra y para su vivificación, y por ocho salen los vientos
perjudiciales que cuando son enviados destruyen toda la tierra, las aguas y
todo lo que hay en ellas, lo que crece, florece o repta, tanto en las aguas como
en la tierra seca y todo lo que vive en ella.
5 Primero sale el viento del oriente por la primera puerta
oriental y se inclina hacia el sur. Por allí sale la destrucción, la sequía, el
calor y la desolación
6 Por la segunda puerta, la del medio, sale el viento del
Este-Este: la lluvia, los frutos, la reanimación y el rocío. Por la tercera
puerta sale el viento del nororiente que está cerca del viento del norte: frío
y sequía.
7 Detrás de ellos, por las tres puertas que están al sur de
los cielos, sale en primer lugar por la primera puerta un viento del sur que
está al sur y al oriente un viento de calor.
8 Por la segunda puerta sale un viento del sur al que llaman
sur: rocío, lluvia, bienestar, reanimación.
9 Por la tercera puerta sale un viento del suroccidente:
rocío, lluvia, langosta y destrucción.
10 Tras este, sale un viento norte que viene de la séptima
puerta, hacia el oriente, con rocío, lluvia, langostas y desolación.
11 De la puerta del medio sale directamente un viento con
salud, lluvia, rocío y prosperidad. Por la tercera puerta, la que se inclina al
occidente, viene un viento con nubes, escarcha, nieve, lluvia, rocío y
langostas.
12 Después de estos están los vientos del occidente. Por la
primera puerta, que está inclinada hacia el norte, sale un viento con rocío,
escarcha, frío, nieve y helada.
13 Por la puerta de en medio sale un viento con rocío,
lluvia, prosperidad y bendición. A través de la última puerta, la que se
inclina al sur, sale un viento con carestía, ruina, quema y desolación.
14 Se acabaron las doce puertas de los cuatro puntos
cardinales del cielo. Te he enseñado su explicación completa ¡Oh, hijo mío,
Matusalén!
Capítulo 77
1 Al oriente lo llaman este porque es el primero; al sur lo
llaman mediodía porque allí habita el Grande y en Él reside el Bendito por
siempre.
2 Al gran punto cardinal lo llaman poniente porque allí van
las estrellas del cielo, por allí se ponen y por allí se ocultan, por eso lo
llaman poniente.
3 Al norte lo llaman norte porque en el se esconden, se
reúnen y se vuelven todos los astros del cielo y se dirigen hacia el oriente de
los cielos. Al oriente lo llaman levante porque desde allí se alzan los cuerpos
celestes y desde allí se levantan. Vi tres secciones de la tierra: una para que
en ella habiten los hijos de los hombres, otra para todos los mares y los ríos
y otra para Los Siete y para el Paraíso de Justicia.
4 Vi siete montañas más altas que todas las montañas que hay
sobre la tierra, la nieve las cubre y de ellas
vienen los días, las estaciones y los años.
5 Vi siete ríos sobre la tierra, más grandes que todos los
ríos, uno de los cuales viene del occidente y sus aguas desembocan en el Gran
Mar.
6 Otros dos vienen desde el norte hacia el mar y sus aguas
desembocan en el Mar de Eritrea.
7 Los otros cuatro salen del lado del norte cada uno hacia
su respectivo mar: dos de ellos hacia el Mar de Eritrea y dos dentro del Gran
Mar.
8 Vi siete grandes islas en el mar y el continente, dos
hacia el continente y cinco en alta mar.
Capítulo 78
1 [Los nombres del sol son los siguientes: el primero es
Oranyes y el segundo Tomás;
2 y la luna tiene cuatro nombres: el primero es Asonya, el
segundo Ebela, el tercero Benase y el cuarto Era'el.] 3 Estas son las dos
grandes luminarias, su circunferencia es como la circunferencia del cielo y la
talla de sus dos circunferencias es similar.
4 Dentro de la circunferencia del sol hay siete partes de
luz que le son añadidas de más con respecto a la luna y con completa mesura le
es transferida a ella hasta la séptima parte extraída al sol.
5 Ellas se ponen y entran por las puertas del occidente,
hacen su viraje por el norte y vuelven por las puertas del oriente sobre la faz
del cielo.
6 Cuando la luna se levanta, la mitad de un séptimo de su
luz brilla en los cielos para aparecer sobre la tierra y se completa de día en
día, hasta el día catorce cuando toda su luz está completa.
7 Su luz crece por quinceavos y se completa de día en día
hasta el día quince, en el cual toda su luz está completa, según el signo de los
años. La luna crece y realiza sus fases de a medios séptimos.
8 En su fase menguante la luna disminuye su luz: el primer
día un catorceavo; el segundo, un treceavo; el tercero, un doceavo; el cuarto,
un onceavo; el quinto, un décimo; el sexto, un noveno; el séptimo, un octavo;
el octavo, un sétimo; el noveno, un sexto; el décimo, un quinto; el undécimo,
un cuarto; el duodécimo, un tercio; el treceavo, un medio; el catorceavo la
mitad de un séptimo; hasta que el quinceavo desaparece todo remanente de luz.
9 En ciertos meses tiene veintinueve días y otras veces
veintiocho días.
10 Y Uriel me enseñó otro cálculo, habiéndome mostrado
cuando la luz es transferida a la luna y sobre cual lado se la transfiere el
sol.
11 Durante toda la fase creciente de la luna, se transfiere
su luz frente al sol durante catorce días hasta que se ilumina toda y su luz es
completa en el cielo.
12 El primer día es llamada luna nueva, porque desde ese día
su luz crece.
13 Llega a ser luna llena exactamente en el momento en que
el sol se oculta por el occidente y ella asciende desde el oriente por la noche
y la luna brilla durante toda la noche, hasta que el sol nace frente a ella y
la luna es observada frente al sol.
14 Por el lado por que la luz de la luna llega, por ahí decrece
de nuevo, hasta que toda su luz desaparece, los días del mes se completan y su
circunferencia está vacía, sin luz.
15 Por tres meses ella sale de treinta días y en su tiempo
ella sale por tres meses de veintinueve días cada uno, en los cuales ella cumple
su menguante en el primer período de tiempo y en el primer portal, por cinto
setenta y siete días.
16 En el tiempo de su nacimiento ella aparece por tres meses
de treinta días cada uno y por tres meses aparece veintinueve días cada uno.
17 En la noche ella aparece por veinte días cada mes.
Capítulo 79
1 Hijo mío: ya te he enseñado todo y la ley de todas las
estrellas de los cielos ha concluido.
2 Me ha enseñado todas sus leyes para todos los días, para
todas las estaciones imperantes, para todos los años y su finalización, para el orden prescrito
para todos los meses y todas las semanas, por veinte días cada mes;
3 y el menguante de la luna que comienza a través de la
sexta puerta en la cual se completa su luz,
4 que ocurre en el primer portal en su tiempo y se completa
a los ciento setenta y siete días o contado en semanas, veinticinco semanas y
dos días.
5 Ella se atrasa exactamente cinco días en el curso de un
período, con respecto del sol y del orden de las estrellas y, al ocurrir esto,
es corregida. Parece como la imagen de una visión cuando su luz se atrasa.
6 Cuando ella se encuentra en su plenitud, en la noche esta
visión parece como un hombre, en la noche aparece como la imagen del sol en el
cielo y no hay nada más en ella, salvo su luz. Tal es la visión y la imagen de
todas las luminarias, que me mostró Uriel, el gran ángel.
Capítulo 80
1 En esos días Uriel me dirigió la palabra y me dijo:
"Mirad que te he revelado todo, ‘Enoc, te he enseñado todo para que
pudieras ver este sol, esta luna, las guías de las estrellas de los cielos y
todos aquellos que las hacen recorrer y sus tareas, tiempos y salidas.
2 En los días de los pecadores los años serán acortados y su
semilla llegará tarde a sus tierras y campos; todas las cosas sobre la tierra
se alterarán y no saldrán a su debido tiempo; la lluvia será retenida y los
cielos la retendrán.
3 En esa época los frutos de la tierra serán retenidos, no
crecerán a tiempo los frutos de los árboles, serán retardados;
4 la luna alterará su orden y no aparecerá a su debido
tiempo
5 [En esos días el sol será visto [en el cielo ardiente
extendiendo la esterilidad y] viajará por la noche sobre el límite del gran
carro del occidente] y brillará más que lo que corresponde al orden de su luz.
6 Muchas guías de las estrellas trasgredirán el orden,
alterarán sus órbitas y tareas y no aparecerán en el momento prescrito para
ellas.
7 Todas las leyes de las estrellas serán ocultadas a los
pecadores; los pensamientos de quienes viven sobre la tierra estarán errados al
respecto y ellos equivocarán sus caminos y tendrán a las estrellas como dioses.
8 El mal se multiplicará sobre ellos y el castigo contra
ellos llegará para aniquilarlos a todos.
Capítulo 81
1 Me dijo: "Mira ‘Enoc estas tablillas celestiales, lee
lo que está escrito allí y señala cada dato".
2 Miré las tablillas celestiales y leí todo lo que estaba
escrito y lo comprendí todo; leí el libro de todas las acciones de la humanidad
y de todos los hijos de la carne que están sobre la tierra, hasta las generaciones
remotas.
3 En seguida bendije al gran Señor, Rey de Gloria por la
eternidad, porque ha hecho todas las criaturas del universo y alabé al Señor
por su paciencia y le bendije por los hijos de Adán.
4 Entonces dije: Bienaventurado el hombre que muera en justicia
y bondad y contra el cual no se haya escrito un libro de injusticia ni se
encuentre uno el día del juicio.
5 Esos siete santos me llevaron y me colocaron sobre la
tierra frente al portón de mi casa y me dijeron: "Da a conocer todo a
Matusalén tu hijo; enseña a todos sus hijos que ningún ser de carne es justo
ante el Señor, porque Él es su Creador.
6 "Te dejaremos un año al lado de tu hijo hasta que des
tus instrucciones, para que enseñes a tus hijo, escribir para ellos lo que has
visto y lo testifiques a todos tus hijos; luego, en el segundo año se te
separará de ellos.
7 "Que tu corazón sea fuerte porque los buenos
anunciarán la justicia a los buenos, los justos con los justos se alegrarán y
se felicitarán el uno al otro.
8 "En cambio el pecador morirá con el pecador y el
apóstata se hundirá con el apóstata.
9 "Los que practican la justicia morirán por obra
de los hombres y serán llevados a causa
de las acciones de los malvados".
10 En esos días terminaron de hablarme y yo regresé con mi
gente, bendiciendo al Señor del universo.
Capítulo 82
1 Hijo mío, Matusalén, ahora te estoy contando y escribiendo
todas estas cosas; te he manifestado todo y te he dado los libros concernientes
a ellas; preserva hijo mío, Matusalén, el libro de la mano de tu padre y
entrégalo a las generaciones del mundo.
2 Te he dado sabiduría a ti y a tus hijos para que ellos la entreguen
a sus hijos por generaciones, sabiduría que está por encima de sus
pensamientos.
3 Aquellos que la comprendan no dormirán, sino que prestarán
oído para que puedan aprender esta sabiduría y a quienes la coman, ella le
gustará más que un alimento exquisito.
4 Dichosos todos los justos; dichosos todos los que caminan
por el camino de la justicia y que no pecan como los pecadores en el cálculo de
los días: cuando el sol recorre los cielos, entra y sale por cada puerta
durante treinta días, junto con los jefes de millar de la especie de las
estrellas, añadiendo los cuatro días que son intercalados para separar las cuatro
partes del año, las cuales los guían y entran con ellas cuatro días.
5 Debido a ello los hombres se equivocan y no los cuentan dentro
del cómputo completo del año, están en el error y no lo reconocen debidamente,
6 porque ellos están
incluidos en el cómputo de los años y están verdaderamente asignados para
siempre, uno a la primera puerta, otro a la tercera, otro a la cuarta y otro a
la sexta y el año está completo en trescientos sesenta y cuatro días.
7 El cómputo de ellos es correcto y la cuenta registrada de ellos
exacta, de las luminarias, meses, fiestas, años y días; me lo ha mostrado y
revelado Uriel a quien es Señor de la creación del mundo ha subordinado las
huestes de los cielos.
8 Él tiene poder sobre la noche y sobre el día, para hacer brillar
la luz sobre los humanos: el sol, la luna, las estrellas y todas las potencias
de los cielos que giran sobre sus órbitas.
9 Esta es la ley de las estrellas con relación a sus
constelaciones, sus lunas nuevas y sus signos.
10 Estos son los nombres de quienes las guían, de quienes vigilan
que entren en su tiempo, en orden en su estación, su mes, en su período, con su
potencia y en su posición.
11 Sus cuatro guías, quienes dividen las cuatro partes del año,
entran primero, enseguida los doce jefes de la clase que separan los meses y
por los trescientos sesenta días están los jefes de millar, dividiendo los
días, y por los cuatro que son intercalados, están quienes como guías dividen
las cuatro partes del año.
12 Los jefes de millar están intercalados entre guía y guía,
cada unto tras una estación, las que sus guías separan.
13 Estos son los nombres de los guías que separan las cuatro
partes del año que han sido fijadas: Melki'el, Helimmel'ek, M'elay'el y Nar'el.
14 Y los nombres de quienes los conducen: Adn'ar'el,
Idyasusa'el e 'Ilume'el; estos tres son los que siguen a los jefes de clases de
las estrellas y hay otro que viene detrás de los tres jefes de clases que
siguen a los guías de las estaciones que separan las cuatro estaciones del año.
15 Al principio del año se levanta primero Melki'el, quien es
llamado Tamaini y "sol", y todos los días de su gobierno, sobre los
cuales él domina, son noventa y un días.
16 he aquí los signos de los días que aparecen sobre la
tierra durante el tiempo de su dominio: calor, sudor y calma; todos los árboles
producen frutos y las hojas crecen sobre ellos; la mies del trigo; la rosa
florece, pero los árboles de invierno llega a secarse.
17 Estos son los nombres de los líderes que están sobre ellos:
Berkai'el, Zalbesa'el y el otro que se añade, un jefe de millar llamado
Hiluyasef, con el cual terminan los días de su dominio.
18 El siguiente guía es Helimmel'ek, llamado "sol
brillante" y el total de días de su luz es de noventa y un días.
19 Estos son los signos de sus días, sobre la tierra:
ardiente calor y sequedad; maduran los frutos de los árboles, que producen
todos sus frutos maduros y a punto; las ovejas se aparean y conciben; se
cosechan todos los frutos de la tierra, todo lo que hay en el campo y se prensa
el vino; esto ocurre en los días de su dominio.
20 Estos son los nombres de los jefes de millar: Gidaya'el, Ke'el,
He'el y se les añade Asfa'el durante el cual su dominio termina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario